De la lluvia y otros deseos...

La balanza no colabora en esto del peso, aunque bien le podríamos echar la culpa a la fuerza de la gravedad, pero eso no sería más que un estratégico consuelo... El asunto es más complejo que consolarse... Si te pesás (práctica masoquista y autolesiva), y te das cuenta de que hay algo de más, y te vas al espejo y... y... y... y tu cerebro se encarga de mutiplicar por tres lo que Einstein se encargó de cuantificar para medir"nos": masa corporal por la constante de la fuerza de la gravedad; es en ese momento en que decís necesito correr...
 
 
Entonces muy atlética el alma y su psicología, con instinto de fuga por las recidivas de un ello demasiado freudiano, deciden salir a correr por las calles... Tomás el iPhone (o cualquier otro aparato que pueda servir para hacer más ameno el viaje -y su expiación de libras-) y comenzás...

Primero lento, caminata socadita...

Luego un poco más rápido, un trotecillo simpaticón...

Y al minuto 10 decidís socar el asunto, pero en lugar de aumentar te pensás confortable en la velocidad de "unos pasitos por hora"... Sin mayor apuro por la vida... Como siempre... Con esa característica ansiedad masculina de la huída hacia el pensamiento único (alias el escape hacia la libertad)... Y te vas en un pensamiento o dos...

Algunos autores, que por placer personal no me da la gana citar, argumentan que las mujeres tienen más habilidad para el pensamiento sistémico integrado, es decir, para poder hacer muchas cosas al mismo tiempo... Y definitivamente tienen razón... Lo interesante es que nos excluyen a todos nuestros colegas masculinos de ese don...

A ver, sin caer en el estereotipo, la evolución ha conducido a las féminas a esa capacidad de saber que hay que levantarse a las 6am (y lograrlo sin ayuda electrónica adicional), luego bañarse, alistarse (con la implicación de ese término para ellas), desayunar, trabajar, estudiar, si sobra espacio se puede lidiar con algún hombre en intervalos indeterminados de tiempo, luego verse con sus amigas o amigos (o cualquier variante de género), hablar con su familia, llegar a su casa, cumplir millón y medio de tareas y aún así tener tiempo para descansar viendo algun divertimento televisivo que va desde el último culebrón colombiano hasta el top news de CNN.

Pero eso no es lo interesante, lo maravilloso en realidad es que esas tareas se pueden multiplicar por tres billones para darse cuenta de todo lo que pensaron... Ejemplo, mientras ella se alistaba pensaba que tenía que entregar tal reporte a tal profesor o jefe que de paso era amigo de una fulana x que dejó hace dos meses a un fulano con el que ella siempre tuvo interés de salir, pero terminó saliendo con su mejor amigo Ignacio que lo logró sacar del closet; en ese instante pensó que era dichosa porque logró evitarse el desprestigio de seducir (ya de por si conducta arriesgada) al ex de la fulana x, eso la hizo meditar sobre su papel en la vida, dar un repaso por su historial masculino, reírse de si misma y de los bienaventurados compañeros de su pasado (en especial de ellos) y dar paso a una dilemática y simbólica reflexión sobre la soledad en la mujer profesional contemporánea... Todo lo anterior en aproximadamente 3 segundos y medio...

Rotundamente a los chavalos no nos pasa eso. Claro está, hay sus excepciones... Y no estoy haciendo "maqueta" de lo masculino o lo femenino, pero aclaro que hoy la gama variopinta de identidades sexuales (físicas o psicológicas) se han mezclado como en licuadora, arrojando "coctails" de humanos por ahí... Sin embargo, comento la generalidad y hago énfasis en lo bello del pensamiento femenino (sobre todo su estructura)...

Retomando, los chavalos no somos así! Por lo menos en una etapa post-adolescente. Y mucho menos en la etapa post-amorosa, es decir, ese momento cuando amaste y quedaste en shock por eso...

Porqué todo esto? Porque aún corriendo hasta la luna, y pensando en una cosa a la vez, los hombres podemos arrastrar toneladas de culpa, en bolsas ergonómicas adecuadas para su comodidad y transporte seguro... Esto de la manera más manifiesta posible, casi el llegando al depresivo suicida, o de la manera más tácita, que se aproxima al empresario exitoso que aunque tenga la vida destruida siempre estará feliz de que sus acciones van en crescendo gracias al Dow Jones.

Una y otra circunstancia (evas y adanes) son conductas al límite... Personas que con cualquier pretexto salen a correr por la vida para descansar de tanta pensadera o de tanta culpa... Y me siento tentado a explicar algunos casos puntuales, pero no... Como diría Claudia Barrionuevo en "La noche fuerte del sexo débil": "Yo no nací para querida", cada quién sabrá de que tamaño es su bolsa o que tan saturado esté su pensamiento...

Y a la mitad de la carrera llueve...

Y tenés dos opciones: mojarte feliz, porque Dios te manda la lluvia para lavarte... O angustiarte y desear no haber salido a correr... Yo hoy escogí estar alegre entre tanta lluvia... !A brincos y a saltos... Y sin la menor coordinación... Pero bailé, amé, sentí, muy a mi manera... Dejando atónitos a todos los que pasaban por la carretera en sus autos. Y logré mirar en sus ojos esa sensación de querer también estarse mojando conmigo bajo el cielo roto...!

La próxima vez que llueva, cierre el paraguas... Y mójese todo lo que pueda...!

JEGR.

Comentarios

Publicar un comentario

Todos los comentarios ofensivos, que atenten contra la igualdad de género y la libertad de preferencia religiosa, ideológica, política o sexual, serán eliminados.