Secreto de media noche

Pasás las horas y se te va el reloj de la mano. O mejor aún, decidís no llevarlo.

Te preguntás si en verdad vale la pena pensar en aquello que se ha perdido o si más bien debés invertir tu tiempo en aquello que potencialmente puede valer la pena para transformar tu vida...

Y te das cuenta de que seguís, a pesar de todo, acompañado en soledad... Por una colección de cervezas, tequila y malibú, con algún residuo de lo que fue un ron de mala calidad aportado por muchos para alguna fiesta bacana por ahí...

Tomar un tequila? No. Tomar un ron? No. Tomar un coctail de cicuta con "cranberry"? Demasiado socrático... El buen vino basta para sentarte la cabeza y apaciguarte los demonios... Aquellos a los que tanto les huyes... Aquellos a los que más miedo le tienes... Esos que se asoman por la ventana, que bien sabés que no existen más que en tu mente...

Te armás de valor y te hartás de tanta perfección... Consciente de que la mejor de las pulcritudes es aceptarse a si mismo tal cual se es... Sin entregarse demasiado al líbido morboso de expiar la vida, por la de otro, al que no le importa más vida que la suya...

Y te das cuenta de que aún hay esperanza... La de cerrar los ojos... Y a las 7am del siguente día darte cuenta de que aún hay oportunidad de hacer las cosas nuevas!

JEGR.