Danos el amor nuestro de cada día... 2.

La figura de la Cruz realmente me impacta. Siempre me ha intrigado que se sintió estar ahí arriba... Me inspira definitivamente. Es una muestra de valor y entrega en medio de tanta cobardía... Tanto de este tiempo como de aquel...

Aquí y ahora aún hay muchas cruces... A como también hay muchos pecados... Y muchos pecadores... Y muchos santos... Y muchos discipulos... Hemos transformado nuestra nomenclatura, pero la escencia sigue igual.

Si escribo es porque no puedo gritar.

El tema de la entrega ha sido mi Talón de Aquiles... ¿Qué tanto te entregas? ¿A quién? ¿Cómo lo planificás? ¿A cosas materiales? ¿A cosas espirituales? Tanta cosa que hay que responder para entregarse... Es tanto que harta.

Los niños son más básicos en esto: si me das confianza y esfumás mi miedo, me entrego a vos sin dudarlo...

Es curioso no? Que amor tan inocente... Sin vicio...

Este es el momento de rebobinar el cassette...

A uno cualquiera se lo ganaba. Merecía un abrazo todo aquel que fuera capaz de robarnos una sonrisa y mantenerla en nuestro rostro durante un tiempo prolongado... Y con esa señal ya clasificábamos a nuestros seres queridos...

Si no me falla la memoria, tengo la idea de que a mi me ganaron más de una vez con una buena carcajada contagiosa... Con una compu que tuviera "Snake" y con subir a una moto a escondidas de mis papás...! Muchos y muchas se declararon conquistadores de mi corazón inocente de niño...!

Mientras crecí el principio se mantuvo... El asunto es que la sonrisa ya no es tan externa sino que más bien se va metiendo adentro tuyo, llegándote al alma... Y las risas ya no se escuchan, sino que se convierten en sensaciones y de ahí pasás a los sentimientos... Hacés un tránsito y descubrís tu corazón...

Si escribo es porque no puedo llorar...

Hace pocos años atrás, yo me planteaba esa unívoca versión del amor que te hace pensar que no hay correspondencia sino es sólo con esa persona de la que decís estar enamorado... Ahora me doy cuenta de que no estaba equivocado! Es cierto: podés amar a alguien tanto, que querés a esa persona por el resto de tus días sin temor a nada... Pero descubrí algo mucho más importante: hay que tener una madurez emotiva lo suficientemente alta como para que las circunstancias de la vida no te echen para atrás esa visión.

En el "Danos el amor nuestro de cada día... 1." los invité a hacer un coctail de tipos de relaciones afectivas... Es verdad, pura y compacta... Pero hay más que eso... A como te puede ir bien o mal, también te puede ir masomenos... Y he ahí el inicio del Apocalipsis...! Los grises que separan el blanco del negro...

Esa es la verdadera tormenta afectiva... Ser tibios... ¿Que hubiera pasado de la humanidad si Jesús hubiera decidido medio subirse a la Cruz? O talvez en otras dimensiones menos determinantes, pero que no dejan de ser vitales: ¿Que hubiera pasado si Dalí hubiera medio pintado? ¿Que hubiera pasado si Aristóteles medio hubiera filosofado?

Las cosas a medias no tienen sabor. Están "pascas"...

Que importante es sentirse como una comidita con sabor...! Que importante es pedirle a la Vida que nos deposite en una mesa un corazón con sabor a ilusión, pasión, vitalidad, emoción... Que rico un corazón bien sazonado, servido con una dosis de complicidad y un aterro de lujuria exacerbada...!

Cargar la Cruz, para mi, hoy, no es revolcarse en un pasado mal habido... Ni tampoco quejarse del presente complicado... Es saber mirar las ganas de vivir, hasta entregar la vida por alguien... Bajar ya cansado, pero darse cuenta de que se dio todo de sí...!

Admirable...! Sin grises... Solo con bellos colores de luz! Esa es una buena definición de amor!

JEGR.