La noticia del día

"En la madrugada suelen suceder los peores crímenes. Incluyendo los del corazón."



Caminando por San José, un corazón solitario, de nombre Ilusión y apellido Esperanza, ha muerto. En este suceso no se registran testigos. Ni tampoco escena del crimen. Pero se conoce, por un buen informante, que ha muerto de dolor.

Se encontraba esperando. Y mientras esperaba fingía no desesperar. 

Muchos corazones como él suelen hacer lo mismo. Esperar. Algunos fingen ser felices, para no desfallecer. Es un misterio su muerte; los especialistas dudan de los motivos y especulan por las razones, pero un familiar de la víctima informó de manera confidencial que era raro verle esperar. Era un corazón cansado de regresar a su casa sin ánimo de amar.

Fuentes cercanas indican que en las últimas semanas sus ojos brillaban. Su latir era más fuerte y hablaba con más optimismo de la vida. Inclusive recuerdan que, en las recientes reuniones de amigos, contaba con deseo la buena vida que le aguardaba.

Se le conocía como entregado, fiel, comprensivo, buen compañero y leal.

Hasta hoy no tenía cicatrices por sanar, era un corazón fuerte. Había reparado sus deudas con la vida. Y se había sellado las heridas del pasado. 

Se desconoce quién le causó ese tiro certero. 

Entre pasillos comentan que sus últimas palabras fueron "vale la pena amar, aunque duela".

Su cuerpo fue trasladado al rincón de corazones abatidos por el hastío. Sus amigos y compañeros esperan el resultado de la autopsia, sin embargo, todos conocen que fue por herida de amor.

Será sepultado al atardecer, en la playa que tanto amó. Donde le escribía a Dios pensando que leía sus letras en la arena. No habrán rezos posteriores. Su Señor habrá comprendido que se esforzó y lo acogerá con ternura.

Me he vuelto periodista. A las 3 am. Sí; redacto noticias, sin alma, pero con corazón.

JEGR.

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